Categoria: La flor más linda de mi querer

  • nunca más – para siempre

    IMG_0037

    Conocí a JoseDaniel un día que fuimos a la finca de don Andrés apelotonados en la camioneta, como de costumbre. Creo que el nombre completo del chavalo era este, pero tampoco estoy muy segura.

    De lo que sí estoy muy segura es de su mirada: la mirada más pura, la mirada más límpia que he visto en mi vida. Daniel, como le llamaban en su casa, tenía 8 años. Un niño mágico de 8 años.

    No iba a la escuela. Había ido, pero estaba demasiado lejos y no era una prioridad para sus padres así que le sacaron. Correteaba todo el día entre su casa y la de sus tíos. Su hogar se veía peor que la cabaña de las herramientas del jardín de mi abuela. Pero desprendía muchas ganas de vivir. Ilusión. Más que yo, más que todos los europeos que andábamos por allí.

    Que gran mierda, como siempre.

    “¿Cuándo volverán para jugar más rato?” preguntó después de una larga mañana de danzas y escondites.

    Se me apagó la voz.

    (NUNCA MÁS…)

    Sin palabras, como una idiota que no tiene respuesta ante una pregunta tan simple y sincera como esta. Como si al decir nunca más, al desprendernos de eso que hemos amado (aunque sea por un solo instante) fuera una lenta pena de muerte, una agonía infinita.

    “Deseo que alguna vez. Seguro que alguna vez.” respondí a media voz. Lo esperaba, lo espero de todo corazón.

    Pero sabía (sé) que mentía.

    ……………………………………………

    … aquella mirada, aquella maldita sonrisa pura, transparente, mágica fue un brillante momento de felicidad que creo que recordaré PARA SIEMPRE.

  • Página 170

    Leo poco.

    Y poco a poco.

    No vaya a ser que con la última palabra de Gioconda Belli, termine mi aventura con Nicaragua.

    Día 28 d. M. (Después de Managua)

  • Les extraño

    Hoy soñé con ustedes.

    Tan fuerte lo hice..

    que desperté a media madrugada llorando.

    Les extraño.

    Día 17 d. M. (Después de Managua)

  • WC

    Quan vaig al lavabo, encara tinc unes dècimes de segon de lapsus fins que recordo que aquí sí que es pot llençar el paper dins del vàter.

    Dia 6 d. M. (després de Managua)

  • Titol aleatori número 1

    Quan creuo el carrer a l’ample, per qualsevol lloc i amb la calma, se m’oblida que els conductors lleidatans no van tan ben servits com els nicas: el pito no és cap salutació, ni cap avís de precaució en plan ‘ei que tal, vaig a passar prop teu’, sinó una una mostra d’histèria i una via d’escapament de la mala hòstia que gasten alguns.

    Ah, i quan faig tard puc dir que encara vaig amb horari nica. 

    Dia 5 d. M. (Després de Managua)

  • Quan vaig sola de nit pels carrers de Lleida, ja no tinc por de res. 

    Dia 4 d. M. (Després de Managua)

  • La flor más linda de mi querer

    ¿Por qué llora? ¿No quiere irse? Pues… ¡Quédese!

    Todavía no me atreví a abrir El país bajo mi piel por miedo a que Gioconda Belli me descubra, de nuevo, todo lo que dejé atrás. Todavía no me atreví a deshacer mi equipaje de mano por miedo a que salieran todos los recuerdos a la vez. Todavía no he leído ni una línea de mi libreta, por miedo a que todo el amor se derrochase locamente y no pudiera volver a recuperarlo.

    Nicaragua es historia viva. Es gente luchando por sobrevivir, niños luchando por salir adelante, por romper el círculo maldito que reina como un fantasma encima de muchas familias. Managua es suciedad, es desorden, es ruido. Es peligro al salir a la calle, es el miedo que te meten en el cuerpo en cada minuto que pasas en la ciudad.  Pero Managua también es color, son sonrisas, es el barro que se te mete en los pies al andar. Es el camino de la vida y es la gente que te mira extrañada al pasar: ¿Qué hará un chele en esta ciudad tan olvidada?

    Nicaragua sos vos, que me agarraste de la mano al cruzar la calle cuando yo esperaba que alguien me cediera el paso. Nicaragua sos vos, que me protegiste en la ruta 104 ante las miradas de unos extraños, sos vos que me enseñaste que, a la vida, hay que plantarle cara y, a lo imposible, darle un bofetón. Nicaragua sos vos, un paso adelante a la vida, que se planta frente al destino y le dice ‘hasta aquí hemos llegado’ y entonces escribes tu camino, el tuyo y el de nadie más.

    Nicaragua sos vos, la historia viva, la inconformidad. Nicaragua sos vos, a la espera de la nueva revolución. Niracagua sos vos, la cara de de una generación que no se deja engañar por un populismo barato. Sos vos, que no está dispuesto que pisen a un pueblo que en su momento se levantó para derrocar a un opresor que parece que regresó. Sos vos y todas las miradas intensas, los abrazos regalados. Y quizás también algo que todavía está en el aire, quién sabe.

    Nicaragua son ustedes, con sus miradas, sus sonrisas, sus ojos entelados en unas lágrimas que no son justas. Nicaragua son ustedes, sus camanances, los que se formaban justo después de separarnos en un abrazo eterno. Son los guiños de ojo furtivos, los saludos desde lejos, los besos, los enfados, aquellos lloros injustos que unos estúpidos les provocaron al irse. Nicaragua es su sudor, su intensidad del vivir.

    Amo esa Nicaragua.

    Nicaragua es pobreza, es sencillez, es humildad. Pero, ante todo, Nicaragua es
    amor.

  • “T’han predestinat la vida, sols de néixer t’has trobat en un forat sense sortida ni menjar”

    Els ulls de l’Isaac no desprenien res. Volien fer llàstima, la suficient com perquè algú li regalés dos pesos, però en el fons, segurament tot era fingit. No devia tenir més de 10 anys i vestia uns pantalons trencats i un polo blau cel, tan net que no anava pas amb harmonia amb la resta de la seva indumentària. No portava sabates, però caminava amb pas decidit per la plaça central de Masaya.

    Quan el vam conéixer, nosaltres estàvem asseguts en una taula d’un local de batuts de fruita natural. 50 pesos el batut: boníssims. El nen se’ns havia acostat lentament i, sense dir res, volia vendre’ns una figura feta amb fulles que havia construït el seu amic, que s’ho mirava des de lluny. Només dos pesos.

    Què fotem?

    Potser ens va agafar d’imprevist. Desitjo que només fos això. Vam deixar-lo marxar. Va marxar davant la nostra mirada atònita. I vam seguir bevent el batut i vam anar a menjar pizza.

    DSCN4524

    L’endemà ens vam retrobar: l’Isaac és un habitual dels carrers de Masaya, un cul inquiet que no deixa que ningú l’ajudi, una ànima lliure en la misèria. Plovia molt fort, però ell seguia descalç. El vam convidar a seure amb nosaltres i va menjar amb ganes. Ens mirava desconfiat mentre mastegava i quan va acabar, va aixecar-se i va marxar. Com si no hagués passat res.

    El vam buscar, amb el cor encongit: posar-li un nom a aquella mirada ens va treure de la indiferència, posar-li un nom a aquella cara ens va tancar la boca i ens va obrir els ulls.I segurament n’hi haurà milers com ell en un país governat per un sandinisme pudent i hipòcrita. Però la mirada buida d’aquell nen s’havia fet ben present en aquell dinar.

    Suposo que, al mirar als nostres nens i nenes, ens costa veure el qui ven al carrer, i sempre ens és més fàcil trobar-nos amb el que estima i riu amb força, com si res més existís. Vam haver de sortir de casa per a que la realitat ens dongués (de nou) un cop de puny. Dels bons.


    + ¿Estás pidiendo o estás vendiendo?

    – Vendiendo

    + Pues entonces, haz tu trabajo con dignidad

    (Paraules de la Jenny davant una nena que venia al carrer ploriquejant desmesuradament)

  • Hasta el extremo

    Amar és complejo. Para amar tienes que estar dispuesto a darlo todo. Pero el todo, muchas veces, es demasiado.
    image

    La realidad de las niñas de Casa Hogar no es fácil. Para nada. Todos sabíamos que llegaríamos a un rincón del mundo donde la precariedad y la pobreza es el día a día, el plato que muchos niños y niñas se encuentran en la mesa para desayunar, comer y cenar.

    Pero hoy ha sido distinto.

    Casa Hogar tiene la doble misión de hacer crecer las niñas, cuidarlas, amarlas, a la vez que crea una casa que todas las chicas deben sentir su hogar. Su hogar, aun que muchas de ellas no quieran estar allí. A la pobreza extrema de sus familias juega un factor más espeluznante, todavía: la mayoría de las chavalas han sufrido algún tipo de abuso sexual.

    Nos abre la puerta por primera vez una chiquilla delgada que mira al suelo y no habla. Es fácil juzgar a simple vista, ¿verdad? Pero cuando lo haces aquí, siempre hay una historia detrás que te da una patada y te dice “si no conoces, no hables, ¡imbécil!”

    Llega saltando otra muchacha. Tiene nueve años y una sonrisa en la cara tan grande que te hace sentir miserable. Poco a poco se acercan todas. Debe de haber casi treinta. Ríen, corren, barren el suelo, saltan como una chica de su edad en Lleida. Supongo que el día a día será más complejo que esto, pero la primera impresión que nos llevamos fue sorprendentemente habitual.

    Bastaron nada más que los minutos de romper el hielo para recibir los pirmeros abrazos. Eran abrazos desnudos. Roces de piel sencillos, que te desarmaban. La inocencia de una niña, mezclada con la brutalidad de un ser humano miserable, que las ha llevado a ser bichos raros de la sociedad. La sinceridad en un gesto, el amor en estado puro. La gratitud de quien se siente querido. La demostración clara que, con todo esto, el ser humano puede seguir amando.

    Amar es complejo. Pero cuando no tienes más opción, cuando el corazón te lo pide así, te abres. Y te das, das todo lo que eres. Sin nada que pedir. Amando hasta el extremo, a fondo perdido, porque es entonces cuando se halla la verdadera felicidad.

  • Tenir somnis no és cosa de dones

    Tenir somnis no és cosa de dones

    Nicaragua no és un país per a les dones. En casar-se amb un home assumeixen un rol inferior, que les compromet a treballar a la casa, cuidar els fills i ser obedient al que fa i diu el marit. La casa i gairebé totes les propietats familiars estan a nom d’ell i el divorci es fa complicat, en el moment en que els advocats són caríssims i, en cas d’acord, la dona es queda al carrer sense res.

    Jo pensava que els somnis no estaven fets per a les dones. Que quedaven com a segon plat en una societat extremadament masclista, en que un home pot passejar amb tres o quatre dones tan tranquil·lament, però una dona se la tatxa de puta en amunt per fer-ho.


    L’altre dia la vaig conèixer a ella. Té una mirada penetrant i unes faccions serioses. Va per feina, no s’encanta en tonteries i, malgrat ser creient i tenir una fe ferma, no li agraden les estupideses que l’església imposa sobre la gent lliure des de fa segles. No està casada, però viu amb la seva parella. Nou anys d’amor i dos fills no són suficient mostra d’amor davant dels ulls de qualsevol déu? Odia els gringos, diu que li han fet molt mal a la seva pàtria i a la seva gent: no n’hi ha per menys. Opina obertament de política i canta de forma inconscient mentre treballa.

    M’explicava que va ser difícil. Amb tant sols 19 anys ja tenia un nen. Encantador, per suposat. Va començar la universitat, malgrat tot. Els pares d’ell i la seva mare s’hi van posar en contra. Viure en pecat mortal! Volien que es construïssin la casa a la mateixa finca que els sogres, però ella s’hi va negar rotundament. A vegades, riu per sota el nas, sense deixar el seu posat seriós i diu que no la poden veure.

    El seu home volia que deixés d’estudiar. Le dije que no. Volia tenir els seus estalvis, tenir un grau d’independència. Construir-se la seva pròpia caseta. Anar a la UCA, tenir la seva vida universitària. I treballar, sempre va bé tenir una mica de coixí econòmic. Les lletres de la casa van a mitges, mai li podran fer xantatge amb això. Té els seus estalvis, la seva llibertat…

    … i els seus somnis. 

    En un racó de món on els somnis no estan fets per les mares, les esposes i les dones en general, ella lluita per fer els seus realitat. I, quan fa aquella rialla astuta per sota del nas, veus que, realment, ningú la farà retrocedir.